lundi, novembre 01, 2010

Bodegón


Sabré que estando vivo
la ventana parece con más cielo que tierra,
sabré de los niños que estaban en las fotos
porque se van dando portazos
y desaparecen en coches rojos
hacia un horizonte
lleno de tiempo.
En la habitación
parecemos piezas de fruta
que nadie se quiso comer en su momento.
Ahora esperamos que nos meriende
la quietud de una noche
que nos tapa los oídos
que nos abre el miedo
a ser amigos de los parques y los anticuarios.