Ahora que me he detenido
en este árbol a su sombra
puedo parar el reloj de los pasos
y creer de nuevo
en los colores de la mañana,
en las manos del aire acariciando
la luz entre las hojas.
Y no es otra esta paz de robinson
bien alimentado que adormece
las ambiciones y habla bien
de los enemigos.
Tan fácil como no reconocer
la propia firma o la cita de las once.
A lo lejos la isla es uno mismo.
Tan lejos con sólo cerrar los ojos
y permitir que el viento nos llegue
envuelto en papel de regalo.
Pintura:Micaela Petroni "Alone"
Fotografía: Rafael López Barrios.
Texto: Jesús Fragoso
2 commentaires:
Y con esa tranquilidad que lo dices en verdad pareciera que redactas desde ahí. Qué lastima que los árboles no tienen enchufes para que postre ahi mi cuerpo y desde otro árbol más (no tan bello como el lugar que describes) yo te escriba.
Gracias por tu visita y tus comentarios... nos seguimos leyendo
Saludos...
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